jueves, 17 de marzo de 2011

¿Pánico nuclear?

El debate sobre la energía nuclear siempre ha estado presente y se ha visto reabierto por los últimos sucesos acontecidos en Japon. ¿Podemos aprovechar el impacto de esta catástrofe para introducir el tema a nuestros alumnos y que generen una opinión propia sobre el tema basada en principios científicos? En este post os propongo como conseguirlo casi sin esfuerzo.



La catástrofe ocurrida en Japón ha copado todos los titulares de telediarios y periódicos nacionales e internacionales en los últimos días. Para que nuestros alumnos puedan entender mejor lo ocurrido, podríamos hacer un parón en nuestra programación e incluir unas sesiones dedicadas a los temas relacionados. Yo he preferido centrarme en la energía nuclear, aunque también se podría haber enfocado la actividad hacia el terremoto que originó la situación.

La primera parte de la actividad que os propongo debería ser un pequeño trabajo de investigación por el cual nuestros alumnos harían una recopilación de toda esta información, con la que nos aseguraríamos que dispusieran de datos sobre los que forjar unas opiniones basadas en hechos reales. Dispondrían de dos o tres días para ello y tendrían que realizar la búsqueda a través de internet, con lo que aprovecharíamos la actividad para desarrollar la competencia digital y de tratamiento de la información. Los datos obtenidos deberían traerlos recogidos en un pequeño informe, citando adecuadamente las fuentes consultadas.

A continuación, haríamos una puesta en común de la información recogida que nos serviría de introducción para la realización de un debate en el que se tuvieran que declarar a favor o en contra de la energía nuclear. Nosotros actuaríamos como moderadores de este debate y lo deberíamos dirigir de tal forma que fueran apareciendo las ventajas e inconvenientes principales de la misma. Además, a medida que fueran apareciendo conceptos nuevos, aprovecharíamos para introducir explicaciones sobre los mismos que permitieran a los alumnos entenderlos mejor. Por ejemplo, podríamos hablarles sobre el peso que tiene este tipo de energía en los países más importantes, los tratamientos que siguen los residuos radioactivos, los efectos que puede tener la exposición a la radiación, etc. El grado de profundidad de estas explicaciones dependería del curso en el que estuviésemos desarrollando la actividad.

Finalmente, concluiríamos el debate con un resumen de lo tratado en la sesión y dejaríamos como trabajo para casa la elaboración de una redacción personal en la que reflejaran la opinión con la que se hubiese quedado cada uno después de haber escuchado los diferentes puntos de vista. Así, también estaríamos contribuyendo a desarrollar el pensamiento crítico, tan necesario en una sociedad caracterizada por la expresión de opiniones infundadas y sin justificar.

Como habéis podido comprobar, en poco tiempo se puede aprovechar una noticia de actualidad para acercar a nuestros alumnos a temas científicos de una forma más cercana y motivadora. Además, la preparación de la actividad no supone mucho esfuerzo y nos aporta varios elementos para la evaluación de los alumnos: el informe de investigación, la participación en el debate y la reflexión personal.

Por lo tanto, os animo a todos a ponerlo en práctica en vuestras clases y después comentar cómo ha funcionado. Además, ¡también podéis introducir variaciones en la misma y compartirlas con nosotros!

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